Hoy el cambio climático está lejos de ser un tema desconocido y cada vez existe mayor evidencia respecto a que este fenómeno está sucediendo y es necesario tomar acciones urgentes en el asunto. Este problema amenaza a nuestro planeta y sus ecosistemas sin hacer concesiones, comprometiendo el desarrollo sostenible, repercutiendo de forma negativa en el bienestar de las personas y en el desarrollo económico mundial.
El cambio climático, en cierta medida, se produce a partir de procesos naturales propios de la tierra en periodos de tiempo, que van desde décadas hasta millones de años, sin embargo, este se ha visto intensificado por la acción del ser humano (o actividad antropogénica), contribuyendo principalmente en el aumento de los gases de efecto invernadero (GEI) y en consecuencia, en el calentamiento global desde mediados del siglo XX.
En ese contexto, se torna indispensable la toma de decisiones y generación de iniciativas colectivas que contribuyan a detenerlo, involucrando a todos los actores y generando acciones a corto, mediano y largo plazo que conduzcan hacia un modelo de desarrollo bajo en emisiones de CO2.
Durante 2017, Chile ratificó el Acuerdo de París sobre cambio climático y su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde la responsabilidad no surge solo por parte del Estado y las empresas, sino que involucra también a la sociedad en su conjunto. A partir de esto, los esfuerzos se han focalizado en contribuir a la integración de la problemática asociada al cambio climático en las políticas públicas del país, trabajando sobre la base de cuatro grandes ejes que orientan la acción de la sociedad en este ámbito. El desafío se centra en dar respuesta al OBJETIVO 13 de los ODS de Acción por el Clima: “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”, a partir de lo cual se destaca la creación de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC), cuyo objetivo es fomentar la inclusión de la dimensión del cambio climático y el desarrollo sostenible en el sector privado y los territorios.
Dado su impacto en la sociedad, hoy más que nunca el Estado junto al sector industrial y las empresas privadas deben converger para materializar los esfuerzos y cumplir un rol protagónico, integrando y promoviendo también la participación activa por parte de la ciudadanía. El Estado debe continuar incentivando la inversión en materias de innovación, energías renovables no convencionales (ERNC) y nuevas tecnologías que permitan mantener el crecimiento, pero al mismo tiempo una actividad económica sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Por su parte, para las empresas se torna indispensable incorporar los riesgos y oportunidades del cambio climático en el centro de su modelo de negocios, con el fin de asegurar un modelo productivo y de gestión integral que permita abordarlo, movilizarlo y potenciarlo de cara a los distintos grupos de interés.
Se hace urgente que los actores en su totalidad tomen consciencia y responsabilidad respecto a las causas y consecuencias del cambio climático, concentrando los esfuerzos de manera colaborativa para lograr disminuir y frenar sus efectos, contribuyendo de esta manera a que las futuras generaciones puedan vivir en un mejor planeta. El cambio climático se ha tornado un deber para toda la sociedad donde las empresas juegan un rol esencial.
Andrea Cárdenas Tomazic
Ingeniero Agrónomo mención Gestión Ambiental
Analista Senior – Gestión Social