Proceso que conduce a reconocer la individualidad de las personas al interior de la organización y gestionar las diferencias.
Siguiendo las mejores prácticas y recomendaciones internacionales, este proceso consiste en identificar necesidades de la empresa desde una perspectiva de diversidad, para luego definir una visión y una estrategia. Así se diseñan programas que son llevados a la práctica mediante la instalación de un sistema de gestión.