La economía circular es tendencia y nadie quiere quedarse atrás. Desde pequeñas a grandes empresas, la academia y el sector público, pero para no quedarnos en la moda, lo primero es entender qué se trata. Sin entrar en mayores detalles, me gustaría detenerme en tres principios esenciales de la economía circular que (1) busca fomentar la eficacia del sistema, reduciendo externalidades de los procesos donde se utilizan recursos naturales y potenciando la sinergia entre los diferentes actores (2) fomenta la optimización en el uso de recursos, alargando su vida útil y ciclo de vida y (3) pretende preservar y mejorar el capital natural, no solo consumiendo menos recursos, sino que también regenerar los sistemas naturales.
Este último punto me parece especialmente relevante dado el contexto actual y la crisis sanitaria que estamos viviendo, porque la explotación de recursos naturales ha generado que la especie humana se relacione con especies exóticas con las que antes no lo hacía. ¿Les suena familiar con respecto a lo que ocurrió en el Wet Market de Wuh Han?
Una reciente publicación de la revista Scientific American asegura que la deforestación y limpieza de las tierras elimina la biodiversidad de especies y que las sobrevivientes tienen mayor probabilidad de ser portadoras de enfermedades transmisibles a humanos. Es por esto, que el cuidado de los ecosistemas o la regeneración de los cuales están degradados es un camino fundamental para evitar futuras pandemias.
Eso para el futuro, pero hoy estamos en medio de la pandemia y además una profunda crisis económica de la cual tenemos que recuperarnos. Mucho se ha hablado de la reactivación “verde” o sostenible, donde la economía circular debiera tener un rol predominante, pero ¿cómo potenciar algo que no todos conocemos de manera adecuada?
Desde mi perspectiva, debemos empezar por conocer a los actores y sectores que componen la economía circular en Chile para saber dónde poner los esfuerzos en virtud de la reactivación. Tenemos la oportunidad de dejar la excesiva dependencia dela explotación de recursos naturales y sacar provecho del gran potencial en desarrollo sostenible que tenemos a lo largo del territorio nacional.
El año 2019 el Ministerio de Medio Ambiente publicó un estudio donde se identifican a los sectores a los cuales pertenecen los actores de la economía circular y en qué etapas participan. El 59% corresponde al sector privado, dejando solo con un 6% a la academia y un 5% al sector público (especialmente concentrado en recolección de residuos, reciclaje y valorización energética).
Si estamos hablando de una reactivación económica que potencie la economía circular, es preciso que el Estado tenga un rol más activo. Comenzando por la forma en cómo operan las empresas públicas que extraen recursos naturales y también fomentando modelos productivos circulares desde las etapas de diseño, producción y distribución con un modelo más arraigado en la economía local.
Para que este modelo se haga realidad, todos tenemos que asumir el esfuerzo que representa un cambio de paradigma en la forma que producimos y consumimos. Solo de esa forma podremos salir fortalecidos una reactivación basada en la sostenibilidad, incluyendo el bienestar social y el resguardo de nuestros ecosistemas.-
Por: Enrique Rosselot