Columna de Paula García de los Ríos publicada en www.greennetwork.cl
La relevancia de la reportabilidad y la transparencia en el entorno empresarial actual ha adquirido un papel central para los grupos de interés, quienes exigen más que rentabilidad: buscan coherencia, responsabilidad y un compromiso con los desafíos globales como el cambio climático, la desigualdad y la sostenibilidad. En este contexto, los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) se han consolidado como pilares fundamentales para evaluar el desempeño de las organizaciones, no solo desde una perspectiva financiera, sino también desde su impacto en la sociedad y el medio ambiente.
La reportabilidad es clave para la transparencia, ya que proporciona a los grupos de interés una visión clara y verificable de las acciones y políticas que implementan las empresas. Esto permite evaluar su compromiso con los principios de sostenibilidad y la forma en que gestionan sus impactos negativos y positivos a lo largo de su cadena de valor. La transparencia no es solo una herramienta para cumplir con regulaciones cada vez más estrictas, sino que también se ha convertido en una oportunidad para las empresas de posicionarse como líderes en sostenibilidad y crear confianza en un mercado global que demanda coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Uno de los desafíos más relevantes que enfrentan las empresas en este ámbito es cómo reportar de manera efectiva. Las normativas locales e internacionales, como la Norma de Carácter General Nº461 en Chile, que incorpora criterios ESG en las memorias anuales, son un primer paso. Sin embargo, estas regulaciones no deben verse como una simple lista de verificación para cumplir, sino como una herramienta que impulsa a las empresas a integrar profundamente la sostenibilidad en su estrategia y operaciones. La medición y la comunicación de estos indicadores representan un esfuerzo significativo, pero también ofrecen una ventaja competitiva a largo plazo, permitiendo a las empresas diferenciarse en un mercado cada vez más orientado hacia la sostenibilidad.
Las tendencias en la reportabilidad apuntan a una creciente demanda de datos más claros, comparables y confiables. Los inversionistas, consumidores y reguladores no solo buscan saber qué hace la empresa, sino cómo lo hace y con qué impacto. Sin embargo, la proliferación de estándares ESG ha generado confusión y sobrecarga de información, dificultando la tarea de las empresas y los evaluadores. Por ello, surge la necesidad de simplificar y estandarizar los marcos de reportabilidad, de manera que se enfoque en los indicadores más relevantes y se evite el riesgo de caer en formalismos vacíos o en prácticas de greenwashing.
En este sentido, la evolución de la reportabilidad también está ligada a una creciente conciencia sobre la importancia de asumir los errores, transparentar los reveses y no solo mostrar avances. Esto contribuye a fortalecer la confianza de los grupos de interés, quienes valoran más la autenticidad y el compromiso con la mejora continua que un perfil corporativo impecable pero poco realista.
Además, la adaptación a nuevas tendencias tecnológicas y geopolíticas juega un papel clave en la forma en que las empresas gestionan su sostenibilidad. Informes recientes, como «The Global Risk Report 2023» del Foro Económico Mundial, destacan la necesidad de que las organizaciones no solo respondan a los desafíos climáticos, sino también a los cambios económicos y tecnológicos que transforman el mercado a un ritmo acelerado.
Así, la reportabilidad es mucho más que un requisito regulatorio; es una herramienta estratégica para las empresas que buscan alinearse con las demandas de un mundo más sostenible y consciente. Para ello, las organizaciones deben estar preparadas para liderar con transparencia, integrar profundamente los criterios ESG y encontrar un equilibrio entre sus objetivos económicos y su impacto en el medio ambiente y la sociedad.
Paula García de los Ríos– Socia Gestión Social
Gestion Social es la primera consultora chilena especialista en la Planificación y Gestión de la Sostenibilidad. Cuentan con más de 18 años de experiencia en el mercado y un equipo multidisciplinario preocupado por entregar un servicio acorde a la realidad y necesidad de cada cliente.
En su trayectoria han asesorado a más de 300 organizaciones públicas y privadas, diseñando estrategias, entregando apoyo en la implementación de estas y trabajando en la elaboración de reportes y memorias para clientes como Nestlé, HNH Energía, Grupo EFE e IKEA.