18 Junio 2020

Los otros desafíos del COVID: Empresas e inversión social

El contexto de pandemia ha presentado desafíos de distinta índole para empresas y organizaciones, los cuales han requerido respuestas rápidas y dinámicas. La adopción del teletrabajo, la generación de turnos para resguardar la continuidad operacional o los ajustes presupuestarios son solo una pequeña muestra de las problemáticas que se enfrentan en este escenario de alta incertidumbre.

Lo que está en juego es la capacidad de adaptación y resiliencia organizacional, dos conceptos desprendidos de la visión de desarrollo sostenible. Si las empresas no son capaces de conectarse con la sociedad y responder de forma empática para asegurar la estabilidad financiera, social y ambiental propia y de su entorno, difícilmente saldremos bien parados de esta crisis.

En este contexto veo una gran oportunidad. Son cada vez más las empresas que incorporan como parte de sus estrategias de sostenibilidad prácticas de Inversión Social en los territorios donde están sus operaciones. Ya sea desde la filantropía o desde la visión del valor compartido, este tipo de actuar genera expectativas que hoy se deben cumplir. ¿Qué hará la empresa para ayudar en este escenario de pandemia?

Es una pregunta legítima y la respuesta no deriva siempre en la compra de cajas de mercadería. Es necesario un ejercicio reflexivo, ágil y dinámico que permita reorientar la inversión social sin perder de vista los objetivos que se buscan movilizar en la empresa. Por esto, desde Gestión Social estamos promoviendo un modelo de Inversión Social Dinámica que se ajuste a los requerimientos del entorno y que también contribuya al cumplimiento de los objetivos empresariales en relación con sus grupos de interés.

Esta crisis tiene un sentido de colectividad que es muy propio de la sostenibilidad. Somos un engranaje y para que el engranaje no se rompa hay que colaborar y generar valor compartido. Para lograrlo, es importante mirar la urgencia, pero sin perder lo clave de la mirada de de largo plazo. La inversión social dinámica es una vía para generar ajustes conscientes, potenciando aquello que tanto el entorno como la empresa consideran impostergable en los tiempos que vivimos.