A partir del debate de propuestas presidenciales en torno al tema energético, convocado por la iniciativa Energía Presidencial, en el cual participaron los comandos de Goic, Guille, Piñera y Sánchez, es posible encontrar ciertos puntos comunes entre los candidatos.
El primero, que resulta bastante predecible, tiene que ver con la promoción de una matriz energética limpia, sustentable, basada en fuentes renovables, que se traduzca en un recurso seguro, eficiente, de menor costo para la población y con mayor estabilidad. El segundo consenso tiene que ver con la promoción de desarrollos energéticos de menor magnitud, comprendiendo que los mega-proyectos presentan alta conflictividad social.
El tercer consenso, y es donde me gustaría profundizar, tiene que ver con la necesidad de establecer procesos de participación ciudadana temprana en los territorios en que estos proyectos se inserten. De esta forma, se plantea la participación temprana, como un condicionante para el desarrollo de proyectos sin conflictividad socio ambiental, o al menos con una menor.
Pero, ¿Cuáles son las características que debiese tener esta participación?, ¿Cuáles son las claves para que esta tenga frutos? Nuestra experiencia en proyectos de esta naturaleza, nos ha permitido sacar algunas conclusiones.
Para avanzar en esta temática, necesitamos un esfuerzo mancomunado que permita el diálogo, la participación y el acuerdo. La empresa, el Estado y la sociedad civil deben fortalecer su rol. La empresa desde el desarrollo de proyectos sustentables, respetuosos con el territorio, a escala humana, con la convicción de generar desarrollo. Un Estado que regule y fiscalice, y que por sobre todo promueva legislando sobre los espacios de participación y asociatividad. Una sociedad civil empoderada, comprometida, activa y responsable, que vele por sus derechos y se haga cargo de sus deberes. Todos tenemos tareas pendientes.
La temática de la participación en etapas tempranas, ya está instalada, lo que sin duda es una oportunidad. Sin embargo, el cómo esto se lleva a la práctica, tienen grandes diferencias entre los candidatos. A la forma debemos prestarle especial atención, ya que aquí es donde se juega la posibilidad de que la participación temprana sea una instancia legitimada, o se transforme en un mecanismo más, que genere desconfianza.
Emilia Muñoz
Psicóloga
Máster en Psicología Social de la Universidad Alberto Hurtado
Gerenta de consultoría- Gestión Social